Allá por el año 1924 existía una asociación de canariculturas en Barcelona que se llamaba la Sociedad Protectora del Canario y editaba la Revista de Canaricultura en la que en sus páginas trataban tanto temas de cría, alimentación, etc. como divagaban sobre la situación de la canaricultura de aquellos tiempos en Cataluña y se vanagloriaba de su fortaleza. En un número especial se podía leer:
“ASOCIACIONES CANARILES DE ESPAÑA
Datan estas simpáticas Asociaciones de época muy reciente, y a pesar de ello, ha alcanzado alguna tan asombroso desarrollo que bien podemos pretender no ya igualarnos a las mejor organizadas del extranjero, si no que podemos en su vanguardia, que de cuantas tenemos noticia, y de seguro que serán las más importantes, ninguna está constituida con una organización tan perfectamente establecida como la nuestra, y ninguna puede hacer gala de ostentar un periódico dedicado exclusivamente a la canaricultura.
De las tertulias de los aficionados a la caza de pájaros con sus numerosos y variados reclamos y de sus apasionadas conversaciones sobre la bondad de estos, se originaron los primeros concursos. A ellos acudían la mayor parte de los cazadores de la comarca y los reclamos que podían alcanzar los primeros premios, además de llenar de orgullo a sus poseedores eran codiciados por todos los cazadores y aficionados, ofreciéndose por ellos cantidades verdaderamente elevadas. Con el tiempo se admitieron también en estos Concursos a los canarios asignándoles premios igualmente que para los verderones, verdecillos, luganos, jilgueros y demás pájaros.”
De lo leído hasta ahora queda claro que el origen de las numerosas asociaciones ornitológicas dedicadas al canario, los híbridos y los exóticos que existen en nuestro país tienen su origen en el silvestrísimo. Por otro lado vemos que el redactor estaba muy seguro de la fortaleza de su sociedad, pero continuemos leyendo.
“Formándose entonces varias sociedades pajariles de las cuales salieron las primeras dedicadas exclusivamente a Canarios, las cuales fueron agrupando a los más entusiastas canariculturas, celebrando Concursos y Exposiciones y estudiando el modo de obtener las cualidades que la cada día más exigente afición demandaba.
En este estado fue cuando el gran aficionado D. Manuel Garrido, ambicionando para nuestra patria el renombre y utilidad que beneficiaban a otros países extranjeros y observando que también España poseía cualidades excepcionales para la reproducción y perfeccionamiento del canario, con titánico esfuerzo coronado por el mas lisonjero de los éxitos supo desbrozar el camino de los obstáculos que inexplicables dimensiones en él habían acumulado, borro odios y rencores y llamando a sus buenos amigos fundo la “Sociedad Protectora del Canario” con tacto y prudencia tal que jamás en ella se ha traslucido la menor discordia, ha ido progresivamente en aumento el numero de Revistas que han visto la luz pública hasta pretender que salga de un modo regular; se han celebrado Concursos al cual más importante: cada vez se nombran nuevos delegados en otras tantas poblaciones, señalando este dato el desarrollo que progresivamente va adquiriendo; y finalmente, debido a sus iniciativa particular, obtiene daos de cría de canarios en el extranjero, su medicación y alimento apropiados y lejos de guardar para sí estos datos y medicamentos que tanto le han costado con el fin de beneficiarse particularmente, los divulga, los anuncia, los lleva aquí para que todo canaricultor o pueda utilizarlos y se da por muy satisfecho si, fruto de tantos desvelos, la canaricultura española da un pasito más.”
Efectivamente D. Manuel Garrido fue el presidente de posiblemente de la segunda sociedad ornitológica dedicada al canario, un canario del que en España existía una representación abundante pero reducida a tres razas: Holandeses, País y Flauta. Cuando D. Manuel Garrido fundo la sociedad contó con sus amigos y entre ellos estaba D. Manuel Pach, criador de pájaros del País de gran calidad, caracterizados por su canto y finura. Ser socio de esta sociedad costaba 9 pesetas al año, y desde luego esto no estaba al alcance de todo el mundo, por lo que supongo que a esta sociedad solo se adheriría la burguesía catalana y no catalana ya que la sociedad llego a contar con socios de toda España. Además D. Manuel Garrido fue un impulsor de las nuevas técnicas de cría y autor por el año 1928 de un Tratado e Canaricultura de varios tomos y del que solo tengo el primero, trata exclusivamente de enfermedades del canario, edición que gozo de gran éxito. Para aquellos que quieran averiguar mas de este personaje les indicare que vivía en Barcelona en la c/ Marqués del Duero nº 90, 2º y que comerciaba con canarios llamados Pájaros Musicales Alemanes que eran de canto y que adquiría a un criador llamado Holzky, junto con multitud de productos de alimentación y cría. Mas adelante el autor continua…
“Otras asociaciones se han fundado también y algunas continúan funcionando en varias poblaciones importantes, pero estas por su carácter esencialmente local no pueden tener un objetivo tan grande y elevado como una Asociación Nacional; han de ser forzosamente peñas en donde se reúnen varios amigos y discuten sus asuntos pajariles, compran colectivamente, para obtener unos céntimos más barato, el alpiste, nabina, cañamones, etc., así como también el pelo que necesitan para sus crías; celebran alguna Exposición para que el publico admire sus canarios, aunque pocas veces se atreven a celebrar Concursos, pues como todos pretenden tener los mejores ejemplares, todo fallo del Jurado les parecería injusto. Como se ve, estas Sociedades canariófilas tienen un radio de acción y un objetivo sumamente limitado; eran muy plausibles y estaban muy en su lugar, señalando un paso mas en la Canaricultura, cuando no había aún la Asociación Nacional, pero hoy nos parece que sería mejor que estas Agrupaciones pueblerinas se sumaran a la Sociedad Grande en beneficio de la Canaricultura Española.”
Efectivamente los primeros concursos de canarios en España los celebro la Sociedad Protectora del Canario de Barcelona y como ahora, se insiste en que una unión única y nacional dará la fuerza a los canariculturas.
“Un fenómeno raro e inexplicable suele producirse en casi todas las Asociaciones pajariles locales; y decimos casi todas para dejar a salvo si hay alguna que haya padecido este fenómeno que ha ocurrido en todas las que tenemos noticia; y el caso es que, siendo estas Asociaciones de carácter tan simpático, tan fraternal, tan propensas a favorecer a los individuos, por las mismas circunstancias que de la cría del canario se dimanan, ha resultado prácticamente que son un semillero de envidias, rencores y odios que cristalizan en enemistades tan grandes que alguna vez se ha llegado al extremo de tener que intervenir los tribunales para dirimirlas.”
Como ahora en todas las sociedades hay disputas, así que no hemos cambiado tanto, ni tampoco tenemos memoria y capacidad de aprender de nuestros errores.
“Las causas de tan inexplicables desavenencias suelen ser tan complejas y variadas que el solo estudio de ellas llenaría varios números de esta revista, mas nuestro ánimo es analizar someramente su historia y deducir de este sucinto examen que lo mas conveniente a la Canaricultura Española es agruparnos todos los buenos aficionados bajo una misma bandera guiados por nobles, desinteresados y altruistas ideas y teniendo como único norte el logro del canario perfecto en sus diversas manifestaciones, estimular a todo canaricultor que venga a engrosar nuestra Sociedad y se dedique con mayor eficacia al cultivo y perfeccionamiento del Canario Fino que al canario vasto y de comercio, aunque ese cultivo y perfeccionamiento le ocasione perdidas pecuniarias.
Pablo Ojeda
Socio-Delegado de Villanueva y Geltrú.
Enero de 1924.
Revista de Canaricultura
Sociedad Protectora del Canario de Barcelona.”
Este último párrafo podría ser puesto en este preciso momento en la boca de muchos de nuestros dirigentes, pero creo que estas palabras inspirarían muy poca confianza. Como debió ocurrir en los años 20 del pasado siglo. Por aquellos tiempo se comenzó con una única sociedad llamada Sociedad de Fomento de la Cría del Canario en 1917, esta sociedad la fundo al parecer D. Alfredo Mª. Mimó y de ella era socio D. Manuel Garrido. Pero al poco de esta primera fundación se produjo una escisión y D. Manuel Garrido junto con unos amigos fundo una segunda asociación denominada Asociación Protectora del Canario, entre estos amigos estaba D. Manuel Pach, que en 1928 había sido expulsado de la Sociedad de Fomento de la Cría del Canario por incumplimiento del articulo 3.h de los estatutos de esta sociedad. Luego, por una razón que se desconoce se rompió esta unión entre D. Manuel Garrido y D. Manuel Pach y este último fundó en 1931 la Unión de Canaricultores de Barcelona. Como pueden comprobar D. Pablo Ojeda, autor de este articulo y delegado de la Sociedad Protectora del Canario en Villanueva y Geltrú, se equivocaba y mucho en la seguridad y fortaleza de su sociedad. Las tres sociedades, convivieron durante unos años hasta el 1936, año que se inicio la Guerra Civil Española, después de esta, nada quedo de la poderosa Asociación Protectora del Canario y de la Sociedad de Fomento de la Cría del Canario.
Como podemos imaginar poco ha cambiado en las luchas de poder y el ansia de ocupar cargos, todos querían mandar y todos tenían poderosos intereses particulares para ocupar estos puestos, desconozco la totalidad de la historia de D. Alfredo Mimó, pero de los dos Manueles hay mas datos. El Sr. Garrido por ejemplo era un comerciante importante de pájaros y productos para la canaricultura importados de Alemania (pájaros) e Inglaterra (productos). Pero al mismo tiempo es un hombre que dio un gran impulso al conocimiento en la canaricultura, independiente de la publicación de la Revista de Canaricultura que tiene un alto nivel técnico para aquellos tiempos, es autor con la colaboración de Pablo Ojeda autor del artículo que reproducimos de un Tratado de Canaricultura del que tengo el primer tomo y está dedicado exclusivamente a las enfermedades. Por cierto, debería de ser releído por los jueces de postura de ahora otro artículo de D. Pablo Ojeda sobre lo que él pensaba que debía ser el futuro canario rizado español y compararlo con las dos razas que hoy día tenemos. Pero D. Manuel Garrido también parece que hizo cosas más feas, como cuando habiendo concedido el organismo Fomento del Trabajo Nacional en 1925 un diploma como premio para el concurso que organizaba la Sociedad de Fomento de la Cría del Canario, D. Manuel aprovechando la ignorancia de estos funcionarios tienen con el número de sociedades canariles existentes en Barcelona, retiro el dichoso diploma para entregarlo en su concurso de la Sociedad Protectora del Canario dejando sin este a la Sociedad de Fomento de Cría. Hecho que provoco graves insultos escritos en la prensa de los canariculturas de la época.
Solo me queda una pregunta.
¿Estamos condenados a revivir nuestra historia?
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