Acabo
de leer en la revista Nuestro Pájaros
una nueva propuesta de modificación del estándar del canario de
Raza Española. Si alguien me preguntara mi opinión sobre está, si
estoy o no de acuerdo. Y les aseguro que ya lo han hecho. Simplemente
les diría que quizás tendría yo un éxito rotundo y
fácil si aceptara la tentación de contestar si o no. Se me dice a
veces que contestar si o no es contestar como Cristo nos enseña.
Pero esta formula no se haya en los Evangelios. Se nos dice: la
contestación es si cuando es si y no cuando es no; pero la
contestación no puede ser simplemente si o no cuando la simplicidad
la destruye; veremos como en la propia actuación del Maestro se
elude con harta frecuencia esa sencilla contestación de si o no. En
este caso los noes no tienen sentido más que cuando
enmarcan, confirman o aclaran una afirmación de la cual se parte.
Decir no a algo, por ejemplo a
la modificación del estándar, solo estaría justificado
como consecuencia de un si, previo al cual, naturalmente, se adhiere
el ánimo del que después dice no, porque con ese no, no hace mas
que definir y delimitar el si que afirma. Jamás mi actitud será
negativa. Si algo niego, lo hago porque lo que afirmo previamente me
lleva a las negaciones circunstanciales que configuran y definen la
afirmación que mantengo. Decir por tanto si o no a este nuevo
estándar es, sencillamente, una trampa saducea. Los
saduceos preguntaban así, montando una alternativa respecto de la
cual, si se aceptaba uno de los términos, malo, y si se aceptaba el
otro peor. Es la clásica pregunta de si es licito dar al Cesar.....
Pues bien, ruego que tengan paciencia, pues no caeré en la trampa de
decir si o no a este estándar,
porque de este modo no se esclarecería el tema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario