Herencia y Atavismo

No hace mucho hablaba con un amigo criador de Raza Española y me comentaba que algunas de sus parejas que montaba para la cría tendían a dar hijos mas parecidos a los abuelos que a los padres. El utilizo el termino “abuelear”. Pensando en ello recordé un capitulo de un libro que aún no he incluido en la sección de biblioteca y que tengo desde hace unos años. El libro en cuestión se titula EL CANARIO, su autor es A. Salvañach Lermitte y se edito en Argentina en el año 1,971 por la Editorial Albatros, siendo distribuido en España con cierto éxito.
En uno de sus capítulos dedicado a la HERENCIA Y SELECCIÓN repasa algunos aspectos relacionados con estos temas y dedica una parte importante al concepto genético del ATAVISMO. La R. A. E. de la Lengua define este término como “reaparición en los seres vivos de caracteres propios de sus ascendientes mas o menos remotos”. Etimológicamente la palabra ATAVISMO viene del latín, de "atavus" que a su vez significa cuarto abuelo o antepasado.
Lermitte la define como una forma indirecta de la herencia que demuestra la tendencia de los seres orgánicos a reproducir los caracteres distintivos de sus antepasados.
Esto explicaría hasta cierto punto como pájaros de no muy buena calidad pueden producir campeones, porque tienen la cualidad de transmitir una herencia atávica y por lo tanto enrazan.
Este autor cita textualmente. “Tiene gran importancia en Zoología puesto que, gracias a ello (el atavismo), se produce la pureza del tipo en las diferentes especies, a pesar de las diferencias o variaciones accidentales que puedan existir en los inmediatos antecesores del animal”. En otro párrafo cita, “puede considerarse el atavismo como una sola fuerza, pero no es difícil advertir, a poco que se reflexiones, que presenta un conjunto debido a la influencia o atracción que ejercen todos los antepasados del ser, individualmente. Para comprender la acción de esa fuerza compleja, es necesario tener en cuenta, ante todo, la tendencia a la semejanza con la raza de los progenitores, que puede considerarse como la atracción del tipo de la especie, y a la cual se aplica especialmente el nombre de atavismo. Aparece después, por orden de importancia, la herencia, es decir, la fuerza o atracción que lleva a los seres a parecerse a los padres, fuerza menos poderosa, pero mas inmediata, y que propende a perpetuar en el hijo los caracteres propios del progenitor inmediato”.
Es decir, según parece el ATAVISMO es mas poderos que la HERENCIA y esta fuerza invisible es la que nosotros los criadores denominamos “abuelear” y los científicos SALTOS ATRÁS o TENDENCIA RETROGRADA.
En otra parte del capitulo Lermitte dice: “Cuando mejores sean los ascendientes de los reproductores, mayor es la probabilidad de que no haya casos de saltos atrás en la descendencia. Cuanto mas tiempo haga que una cualidad (carácter) se reproduce en una raza, tanto mas verosímil es que se demuestre en las generaciones sucesivas. El salto atrás por consiguiente, se presenta con mas frecuencia cuando la unión se verifica entre individuos o razas dispares”.
Mas adelante continua: “Puede considerarse que esta doble acción corresponde a dos principios, a dos fuerzas, que se pueden distinguir con los nombres de atavismo y herencia, expresando con el primero una influencia colectiva y con el segundo una influencia individual”.
Del texto en mi opinión se desprenden varias enseñanzas:
• El atavismo esta ahí y en casos de heterocigosis es mas fuerte que la herencia.
• La mejor forma de minimizar la influencia o presencia del atavismo en detrimento de la herencia es utilizar reproductores cuyos caracteres estén en ellos desde hace varias generaciones.
• Para ello se recomienda por su conveniencia la cría en consanguinidad.
• Utilizar reproductores, incluso dentro de una línea consanguínea, lo mas parecidos posibles evitando esta técnica que todos utilizamos que es los cruces por compensación.
• Que cuando haya que recurrir a los cruces por compensación, en ese mismo momento creemos una línea consanguínea diferente a las demás hasta que fijemos ese carácter que queremos mejorar a lo largo de varias generaciones.
• El atavismo explica los pésimos o malos resultados que obtenemos por lo general cuando introducimos buenos pájaros procedentes de otros criadores en nuestras líneas.
• Tener en cuenta que en la introducción de nuevos pájaros, los hijos pueden perder calidad, pero sus genes buenos están ahí. Así que hay que probar con ellos una nueva línea por malos que sean, ya que por el efecto o la fuerza del atavismo tenderán a parecerse a sus ancestros.
• Si tenemos una pareja que da excelentes hijos no debemos deshacerla para intentar mejorar los resultados, pues en ella las fuerzas del atavismo y de la herencia están compensadas y en equilibrio.
• El atavismo explicaría como una excelente pareja solo puede en ocasiones solo producir canarios balconeros.