Mi propósito para la creación de este Blog es llegar con mi afición a otros aficionados avicultores y aportar mis experiencias personales en este apasionante mundo en el que llevo muchos años.

martes, 13 de julio de 2010

Genética para andar por el aviario (VII)


Una de las armas que tenemos para realizar una selección y retardar la aparición del ya descrito LIMITE DE SELECCIÓN es el uso de la consanguinidad, que no es otra cosa que el cruce entre individuos emparentados. Se dice que un individuo es un antepasado común de otros dos cuando estos dos últimos reciben ambos una copia del mismo gen o lo que es lo mismo, que reciben un mismo segmento de ADN del antecesor.
Si estos dos individuos que comparten un antepasado se cruzan entre sí, pueden darle a su descendiente dos genes idénticos y ahora se entiende claramente lo que es el COEFICIENTE DE CONSANGUINIDAD (F), como, la probabilidad de que dos genes presentes en un locus de un individuo sean idénticos, siendo homocigótico para este locus.
De esto se desprende que F es un reflejo de la homocigosis. Pero F no mide la homocigosis en sentido absoluto y cuantificado, en realidad lo que mide es el tanto por ciento del descenso de heterocigosis en relación con una población en la que se supone que todos sus individuos no están emparentados y que por tanto su consanguinidad es cero (0) con todos sus genes heterocigoticos.
O lo que es lo mismo, mide si un individuo es menos heterocigotico que los individuos de consanguinidad cero (0).
¿Quién tiene consanguinidad cero (0) por obligación?, pues todos aquellos individuos de nuestro aviario de los que desconocemos su genealogía. Independientemente de que si proceden de un mismo criador cabe la posibilidad de que sean por ejemplo hermanos.
Así que si determinamos que un pájaro de nuestro aviario tiene un valor F de 0,3, lo que sabemos ya es que este individuo es un 30% menos heterocigotico que la población. Si otro tiene un F=1 significa que es un 100% menos heterocigotico que la población, y por tanto tiene genes idénticos en todos sus loci y es homocigotico en todos sus locus.
La consanguinidad es parentesco y el parentesco es consanguinidad y ambas son fruto de la herencia de los genes, la herencia es simplemente un cálculo de probabilidades.
Cuando hablamos en las tertulias de los concursos sobre la consanguinidad, normalmente se tiende a pensar en sus aspectos negativos, pero la realidad no es tan negativa. Si se cruzan dos canarios emparentados nunca sabemos como será de alto el Coeficiente de Consanguinidad en la descendencia, esto solo se puede determinar con un análisis del ADN. Pero este Coeficiente se puede deducir u obtener por porcentaje de genes idénticos u homocigoticos.
Por desgracia este coeficiente F no nos indica si los genes idénticos son deseables o no y esto es lo que hace que pensemos mal de la consanguinidad, que los genes idénticos no sean deseables. Y que con estos genes se inicie lo que popularmente conocemos como aparición de “pájaros degenerados” y que en realidad deberíamos denominar a este proceso DEPRESION CONSANGUINEA.
Si cruzamos un par de nuestros Razas o de nuestros diamantes Mandarines, heredaran en teoría, la mitad de los genes del padre y la otra mitad de su madre. Y si estos tienen algún antepasado común próximo habrá un numero mas alto o menos alto de genes comunes en la descendencia, pero habrá genes comunes. La consanguinidad lo que hace es recombinar de manera favorable o desfavorable los genes que participan en un cruce y por tanto ni es mala ni buena como practica de cría. De hecho es necesaria ya que fija buenos caracteres. Pero si se ha observado, que si esta llega a un nivel alto estas ventajas desaparecen y aparecen inconvenientes como la depresión consanguínea.
Hay quien abandona la consanguinidad por sus inconvenientes, pero solo es cuestión de saber donde estas para no pasarse y meter la pata, ya que el problema es que no sabemos hasta donde podemos llegar de una forma mesurable o cuantitativa. Evitar la consanguinidad puede ser perjudicial en la selección en la cría de aves.
Pero hay que hacer una salvedad sobre consanguinidad, y es que esta tiene dos coeficientes, el COEFICIENTE DE CONSANGUINIDAD (F) y COEFICIENTE DE PARENTESCO (Rxy).
Dos animales son parientes cuando poseen mayor porcentaje de genes comunes que el que tendrían dos animales promedios de la raza.
El primer coeficiente nos indica el grado de consanguinidad de un individuo, mientras que el segundo nos orienta sobre el grado de parentesco de dos individuos.
Los coeficientes de parentesco y consanguinidad son cantidades relativas en vez de absolutas. Esto subraya el hecho de que los coeficientes de consanguinidad permiten comparar los niveles relativos de heterocigosis entre individuos cuyos pedigríes pueden seguirse hacia atrás hasta la misma población base.
Si montamos una pareja de canarios consanguineos de la que conocemos sus padres y abuelos tendregos un valor F, pero si adermas conocemos sus bisabuelos y tatarabuelos este valor F variara. Aqui podemos decir que la informacion es fiabilidad en el valor F, podemos cruzar una pareja de la que solo conocemos sus padres y de la que ignoramos que sus abuelos pueden ser los mismos, pensamos que no hay consanguinidad y por el contrario esta es muy alta.
Este aspecto de la información hay que tenerlo muy presente para determinar que valor vamos a dar como LIMITE CRITICO DE CONSANGUINIDAD y que nunca superaremos en nuestro criadero.
La formula de estos dos coeficientes son:
F=Sumatoria (1/2)n+n1.
Rxy=Sumatoria (1/2)n+n1+1
n es igual al numero de generaciones existentes desde el antecesor común a uno de los animales considerados en el calculo.
n1 es igual al número de generaciones existentes desde el mismo antecesor común y el segundo animal considerado.
Por supuesto solo se calcula F cuando hay ancestros comunes tanto por línea paterna como materna, en caso de que no hay en una de las lineas se considera que la consanguinidad no existe. Ejemplo: A es abuelo paterno y materno de B (B tendra consanguinidad) y B es el padre de C. Por parte de la madre de C no esta el ancestro A, luego al no haber este ancestro en la linea materna no podemos calcular el valor F para C.
Solo nos quedan dos cosas: determinar como se calcula el COEFICIENTE DE CONSANGUINIDAD (F) y el de PARENTESCO (Rxy), y como se cuantifica este valor F.
Podríamos extendernos en un largo proceso explicativo de cómo se calcula F, pero gracias a H. Le Roy (Le Roy, H. L. ABC de la Genética de Poblaciones. Zaragoza: Acribia, 1970) el calculo queda muy simplificado. Aunque sea un calculo de F y no de Rxy. Así que pondremos varios ejemplos y los analizaremos con el método normal y el de Le Roy. Este método de Le Roy sigue los siguientes pasos; para comenzar explicare que a los ancestros se les da un valor. Así si son padres se les da un valor 1, los abuelos se valoran 2 los bisabuelos 3 y así sucesivamente.
Luego hay que comprobar donde están los ancestros comunes por ambas líneas, paterna y materna para darles el valor antes indicado.
Se suman los diferentes valores obtenidos por cada ancestro común y se vuelven a valorar de acuerdo con el siguiente cuadro:

F=100% (10) para valor 1.
F=50% (0,5) para valor 2.
F=25% (0,25) para valor 3.
F=12,5% (0,125) para valor 4.
F=6,25% (0,06) para valor 5.
F=3,12% (0,0312) para valor 6.
F=1,56% (0,0156) para valor 7.
F=0,78% (0,0078) para valor 8.
F=0,39% (0,0039) para valor 9.
F=0,195% (0,00195) para valor 10.

Y asi sucesivamente.

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